No todo aumento o disminución en una métrica representa un cambio verdadero en el sistema.
En casos, el indicador de calidad aumenta y se celebra, y cuando se reduce se generan reclamos y lamentos. Así ocurre una y otra vez, y se toman decisiones improvisadas con la mejor intención. Sin embargo, es posible que ninguno de estos dos sucesos signifique un cambio verdadero en el proceso. Primero, hay que recordar que el indicador representa una variable y, por consiguiente, es lógico que tome valores diferentes a lo largo del tiempo. Segundo, el proceso, al estar afectado por un sinnúmero de variables y condiciones, tampoco permanece estático. Tercero, como variar es intrínseco a un proceso, no toda variación representa un cambio verdadero en su funcionamiento. Por ejemplo, hoy el indicador de calidad podría estar en 89.3% y mañana en 93% y, por más alentadora que parezca esta “mejoría”, puede tratarse solamente de una situación común del proceso. Entonces, no debe extrañar que mañana, sin modificar absolutamente nada, el indicador se reduzca a 85% y al día siguiente vuelva a incrementar.
En resumen, tenga cuidado con las decisiones que toma sin estar seguro de que el aumento o la disminución en un indicador, corresponde a un cambio significativo en el funcionamiento del proceso. Para ello, es fundamental comprender la variación; hasta dónde, el cambio en un indicador refleja una situación convencional o no convencional del proceso. Así podrá reconocer por qué le va como le va y evaluar el impacto de las acciones que toma.
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Para citar este mensaje: IDINNOV (22 de octubre de 2017). La necesidad de comprender la variación [Mensaje en blog]. Recuperado de:
https://www.idinnov.com/claves/la-necesidad-de-comprender-la-variacion/