Junio 2016
Desde el primer momento me sentí identificada con Robert. Justo cuando comencé a leer la obra, me estaba adentrando en los retos y aprendizajes que provee una empresa, como practicante universitaria. Igual que Robert, comencé mi experiencia de la mano de una libreta en la que documentaba todo lo que preguntaba y observaba, así como las respuestas que obtenía.
Mi desempeño en la empresa se vio enriquecido por las experiencias que Robert iba teniendo, por los problemas a los que se iba enfrentando y por la forma como los afrontaba y superaba; a medida que leía El legado de Robert, el protagonista me guiaba e inspiraba acerca de cómo proceder. Desde esta vivencia, considero que el libro provee conocimiento bajo tres ejes fundamentales, uno técnico, otro desde el pensamiento lógico, y otro más desde un enfoque humano, así:
Para mí, El legado de Robert brinda enseñanzas desde lo técnico, lo lógico y lo humano para enfrentar problemas empresariales, pero también, para afrontar otros retos de la vida. Nos prepara para que, en lugar de dejarnos derrumbar ante los problemas, los tomemos como oportunidades de mejora y sigamos avanzando de forma transparente y metódica hacia el logro de los objetivos trazados.
Camila Acosta.
Estudiante de Ingeniería industrial. Universidad de Antioquia.